Una serie de reuniones comenzó a agendar el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, para abordar el próximo fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya respecto a la demanda que presentó Bolivia en contra de Chile para obtener una salida soberana al mar. Las tratativas del secretario de Estado ocurren a días de que la Corte retome en septiembre sus actividades, tras el receso del verano europeo. Por esta razón, en el gobierno creen organismo podría fijar en cualquier momento la lectura de la sentencia. En este escenario, el canciller comenzó a tener reuniones regulares con el equipo estratégico, que conforman abogados y diplomáticos, así como integrantes del grupo que defendió a Chile en La Haya. De hecho, el agente Claudio Grossman llegó el viernes a Chile desde Estados Unidos para participar de las citas. “Nadie sabe a ciencia cierta cuándo se dará a conocer (el fallo), pero expertos estiman que será en septiembre u octubre. Lo cierto es que nosotros, como país, comenzamos a trabajar para esta nueva etapa prácticamente cuando finalizaron los alegatos orales de marzo”, dijo Ampuero a La Tercera.

El ministro añadió que la nueva etapa “incluye labores antes del fallo y otras para después del mismo”. Así, el canciller la semana pasada pidió agendar un encuentro con el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito; con el presidente del Senado, Carlos Montes, y la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández. Asimismo, está gestionando una cita con la expresidenta Michelle Bachelet, debido a sostuvo reuniones con los ex mandatarios Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos, los pasados días 1 y 2 de agosto, respectivamente. De igual manera, el titular de Relaciones Exteriores tiene previsto reunirse el próximo 3 de septiembre con todos los parlamentarios integrantes de las comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso. Si bien en la Cancillería aseguran que no es posible adelantarse a cómo será el fallo, sostienen que sí hay análisis y proyecciones respecto de la sentencia. Esto, teniendo como antecedentes los alegatos orales de marzo, con lo que se concluyó el proceso para  presentar argumentos, que se inició en 2013 cuando el Presidente Evo Morales, inició la demanda contra Chile. La postura de Chile en esta materia se mantiene inalterable: no están dispuestos a negociar una salida soberana al mar para Bolivia, argumentando que el tratado celebra 1904 entre ambos países está plenamente vigente, estableciendo ahí los límites de las dos naciones. Así, el ministro Ampuero pretende, en las citas tendrá, entregar antecedentes sobre la postura del Estado en esta materia y analizar los escenarios que se enfrentan.

Tanto el gobierno como parlamentarios oficialistas y de oposición son optimistas respecto de los resultados. Dentro de las posibilidades que tiene la Corte está el obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar. De hecho, durante marzo, el ex agente ante La Haya José Miguel Insulza sostuvo que “creo que no hay espacio para fallos creativos espero no equivocarme”, mientras que el expresidente Frei indicó que “no estamos dispuestos a aceptar, como en otras oportunidades, fallos con mucha creatividad, pero que no respeten lo que son los acuerdos”. Con todo, en la Cancillería afirman que sí hay elementos claros para identificar si Boli un triunfo o una derrota. El principal de esos argumentos, dicen, es que Bolivia pidió a la Corte a Chile a entregar territorio. “Evo Morales aseguró que Antofagasta será boliviana y que la bandera de su país flameará pronto en el Pacífico. Siguiendo el razonamiento de Evo Morales, tendríamos que decir que si Antofagasta sigue siendo chilena y no hay banderas bolivianas flameando en nuestro territorio, Bolivia no habrá conseguido sus objetivos”, añadió Ampuero, en un argumento que esgrimió este sábado cuando tuvo un cruce con Morales vía Twitter, luego de que el mandatario boliviano criticara un ejercicio militar Chile y Estados Unidos en la ciudad nortina. En esa línea, el secretario de Estado dijo a La Tercera que “Morales dejó la vara muy alta y su pueblo, llegado el momento, lo juzgará por haberlo ilusionado y haber echado por la borda las relaciones con Chile por motivos que tienen más bien que ver con su afán de ser reelecto presidente”.

Fuente: La Tercera