En la noche del viernes 15 de julio, el Gobierno de Bolivia comunicó al Consulado de Chile en La Paz que el Canciller Sr. David Choquehuanca visitará Chile acompañado de de 58 personas. Contrariando las prácticas diplomáticas y las normas que se deben los Estados libres, este aviso ha sido entregado con menos de 48 horas de antelación, sin concordar ningún aspecto del programa de esta visita con las autoridades chilenas. En estas condiciones, el Gobierno de Chile sigue considerando este viaje como una visita privada, que debe atenerse a las limitaciones correspondientes.
Ante esta situación, el Gobierno de Chile tiene el deber de advertir lo siguiente:
En señal de respeto a la presencia de altas autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia, el Gobierno de Chile dispondrá de una escolta policial para proteger la seguridad de los visitantes.
El Gobierno de Chile toma nota de que esta visita privada está integrada por 58 personas, identificadas con nombres, apellidos y documentos de identidad. Toda persona distinta de las indicadas tendrá el tratamiento de un turista corriente y no será considerada como parte del grupo.
En territorio chileno rige la ley chilena, la que se presume conocida por todas las personas que ingresan a él. Cualquier infracción a la ley chilena debe atenerse a las consecuencias que ella establece y es de responsabilidad exclusiva de quienes la puedan cometer.
El Gobierno de Chile defiende y promueve la libertad de expresión como un pilar de su democracia. Sin embargo, no acepta la propaganda externa contraria a los intereses nacionales, ni ninguna acción que a su juicio soberano lesione dichos intereses.
El Canciller Choquehuanca y toda su comitiva están sujetos y deben cumplir con la legislación chilena mientras estén en nuestro país. Las leyes chilenas se aplican a todos por igual, sean las autoridades bolivianas o los particulares que conforman su grupo acompañante. La inmunidad de jurisdicción se aplica estrictamente de conformidad con el derecho internacional.
Las instituciones públicas, y las privadas debidamente autorizadas por el Estado de Chile, deben hacer cumplir las normas que se aplican a todos los ciudadanos nacionales o visitantes. Sus facultades están estipuladas, legitimadas y respaldadas por el Estado de Chile.
El Gobierno de Chile notifica que ni siquiera considera la sola idea de actos de “inspección” ejercidos sin autorización en territorio propio, y no aceptará las eventuales conclusiones que pretendan presentarse como resultados de una visita privada.
El Gobierno de Chile advierte que no tolerará que la seguridad y la tranquilidad de sus habitantes se vea alterada por acciones intrusivas en su territorio soberano.
El Gobierno de Chile deplora las condiciones en que se quiere realizar la visita de una autoridad tan importante como el ministro de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, y las considera como una descortesía flagrante. Sin lugar a duda, se trata de una operación mediática para seguir cuestionando el Tratado de 1904, y para encubrir problemas domésticos como el anunciado paro nacional de camioneros en Bolivia. A pesar de ello, el Gobierno de Chile empeñará sus mejores esfuerzos en cautelar la seguridad del ministro y las autoridades que lo acompañan.
El Gobierno de Bolivia agrega una nueva muestra de un ánimo hostil en contra de Chile y sus ciudadanos, que no refleja el sentir de la mayoría de los bolivianos que desea una relación amistosa con Chile, ni el de los miles de estudiantes bolivianos que asisten a nuestras universidades o que han hecho de Chile su país de residencia.