Miércoles 23 de marzo de 2016
Insulza: ‘Al final del juicio, quedaremos solos y obligados a convivir y entendernos’
El agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) viajó anoche a París, donde esta semana se reunirá con el equipo jurídico de su país. Poco antes de viajar, Insulza respondió a un cuestionario que La Razón le envió luego que el agente se presentó en La Haya ante las autoridades del tribunal. En París, el agente chileno dirigirá trabajos “ya avanzados” para la redacción de la contramemoria que su país debe entregar hasta el 25 de julio.
— ¿Cuáles han sido sus principales actividades desde que asumió el cargo?
— Leer documentos, tomar contacto con los expertos internacionales y trabajar diariamente con mi equipo aquí en Santiago, en nuestra contramemoria, que debemos presentar a la Corte antes del 25 de julio. Desde los primeros días, he debido dedicar mucho tiempo a revisar todo el material, incluida, por cierto, la Memoria y documentos anexos presentados por Bolivia; además de consultar e interactuar con nuestros abogados y especialistas; escuchar e intercambiar opiniones con diversos sectores políticos y con el Congreso de Chile.
— ¿Residirá en La Haya o trabajará desde Santiago?
— Tenemos de manera permanente en La Haya a nuestra embajadora María Teresa Infante, quien es nuestra coagente, de gran capacidad y experiencia y conoce la Corte y el tema desde hace mucho tiempo. La base del equipo de Chile y su conducción están en Santiago, lo que me permite una relación muy estrecha con el canciller Heraldo Muñoz y la presidenta Michelle Bachelet, con quienes estoy en permanente contacto; ello posibilita también mantener informado al Congreso y a otras autoridades relevantes. Por cierto, espero ir a La Haya con frecuencia. Ya veremos si las circunstancias aconsejan otra cosa en instancias más avanzadas del proceso.
— ¿El equipo de abogados que apoyó a Chile en la primera fase fue ratificado?
— El equipo jurídico es el mismo en lo esencial. Se han sumado algunos abogados chilenos, pero la base es la misma. Y, como es público, se han incorporado también nuevos especialistas en materias históricas, diplomáticas y de comunicaciones.
— ¿El equipo que ahora lidera está cohesionado? La pregunta tiene que ver con el diagnóstico que entregó Felipe Bulnes cuando dejó el cargo.
— Felipe Bulnes nunca dijo que el equipo no estuviera cohesionado. Hay que leer bien su declaración. Él expresó su temor de que se produjera algún daño a la cohesión nacional debido a las críticas de un sector político. De ningún modo se refirió a falta de cohesión o divergencias dentro del equipo. El equipo está muy bien cohesionado, con un excelente entendimiento con nuestros abogados internacionales y chilenos y con nuestros especialistas.
— ¿La contramemoria se entregará en julio o piensan anticiparse? Tras ello se vienen las audiencias orales. ¿Chile se prepara para este escenario también o irán quemando fase por fase?
— La contramemoria se entregará cuando esté lista. El plazo se cumple el 25 de julio. La Corte es la que decide cuáles son los pasos siguientes. Y las partes, esto es Chile y Bolivia, deberán evaluar si solicitan una segunda fase escrita, consistente en una réplica, en ese caso boliviana, y una dúplica, que sería chilena. Nuestra contraparte, Bolivia, debe decidir si plantea una réplica.
— ¿Cree usted que es posible dialogar con Bolivia sobre la agenda bilateral, bajo el esquema de cuerdas separadas que se aplicó con Perú?
— Más que cuerdas separadas, preferimos hablar de una relación inteligente. Hemos invitado repetidamente al diálogo bilateral. Podemos dialogar formalmente sobre todos los asuntos que están en la agenda bilateral, menos por cierto aquel que está hoy ante la Corte. Por lo tanto, no es a nosotros a quien debe dirigirse la pregunta.
— Morales le invitó a visitarlo. ¿Irá a Bolivia?
— Tengo mucho aprecio por el presidente Morales y si tenemos algún encuentro directo, ello depende de las posibilidades y las oportunidades. A estas alturas no es conveniente conversar por conversar solamente. Tendría que saber para qué se quiere conversar y decidir con esa información.
— Bolivia y Chile están condenados a entenderse, decía el excanciller Armando Loaiza. ¿Cuál es su opinión sobre esta percepción?
— El recordado canciller Loaiza tenía razón en esto, como en otras cosas. Solo que no podemos entendernos si hacemos predominar las pasiones por sobre la razón. Por lo general, cuando esto último ocurre, la política y la diplomacia pierden espacios. Hay que cuidar el lenguaje y las maneras, porque a veces uno queda prisionero de sus palabras y la disposición subjetiva para el entendimiento se pierde.
— ¿Cómo ve a Bolivia y Chile tras el juicio?
— Chile y Bolivia serán vecinos por siempre. Por eso deben respetarse, cuidarse y cooperar. Toda otra opción es, a la larga, inútil. Al final del juicio, quedaremos solos frente a frente y obligados a convivir y entendernos.
— ¿Chile tiene la esperanza de frenar este largo proceso judicial?
— No sé qué puede significar “frenar”. El proceso tiene su curso, sus normas, que Chile sigue en forma disciplinada, leal y de buena fe, siempre dispuesto a dialogar y escuchar.