Lunes 5 de diciembre de 2016
Memoria se debe presentar en julio de 2017: Visto bueno de hombre clave y campamento en el río: así avanza la operación Silala
Reportajes
El Mercurio
Periodista: Matías Bakit
La agente Ximena Fuentes y su equipo, incluyendo los abogados y expertos internacionales, han visitado varias veces el curso fluvial. En uno de esos viajes se logró el concurso de uno de los hidrólogos más reputados del mundo. Actualmente, un grupo de científicos prácticamente vive en el lugar, recopilando datos que se incluirán en la demanda. Matías Bakit R.
El lunes y martes de la semana pasada, el representante de Chile ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Juan Aníbal Barría, fue anfitrión de una importante cita. En Washington, EE.UU., cerca de 12 personas, entre chilenos y extranjeros, llegaron a la embajada: el equipo que administra la demanda de Chile ante la Corte Internacional de Justicia por las aguas del Silala.
En la ocasión, el grupo liderado por la agente Ximena Fuentes y el coagente Juan Ignacio Piña analizó el material -tanto científico como jurídico- que ya está avanzando con miras a la redacción de la memoria, que se debe entregar en julio a la Corte.
Si bien esta fue la segunda reunión del equipo en el extranjero, el grupo ha tenido encuentros en otro escenario mucho más recurrente dentro de Chile: el río Silala.
Cuatro veces se ha presentado el equipo en el lugar, a más de 5 mil metros de altura, tras viajar tres horas en avión desde Santiago y luego dos más, en camioneta, entre Calama y el río. Usual ha sido ver ahí a abogados y técnicos destacados -que cambiaron trajes y corbatas por parkas e impermeables-, caminando lentamente entre rocas, analizando el flujo de agua y el clima; buscando y recolectando pruebas, al tiempo que son vigilados por Carabineros, para evitar que las autoridades y expertos -poco habituados a la altura- se apunen.
Ha sido, explican en Cancillería, el sello del equipo desde el principio, pues fue una de las condiciones para que se incorporara un integrante clave.
El “sí” del hidrólogo
A fines de mayo, parte del equipo visitó por primera vez el Silala. Y todas las miradas se centraban en un hombre: el hidrólogo británico Howard Wheater.
El experto observó durante un buen rato el río, el terreno, las terrazas, la quebrada aledaña. Comparó lo que veía con los estudios realizados por distintas instituciones públicas y privadas. Hasta que dijo: “Sí, esto es un río”, cerrando con esa frase su incorporación al equipo y, al mismo tiempo, dando el último visto bueno a la demanda que Chile presentaría en la Corte diez días después.
Desde el principio, Wheater había sido considerado como el hombre clave, debido a que la naturaleza técnico-jurídica del caso exige que los análisis de los abogados sean acompañados por minuciosos estudios científicos. Y en esta materia, el profesor de la universidad canadiense de Saskatchewan -con experiencia ante la Corte Internacional de Justicia y como árbitro- es el nombre más prestigioso en la materia.
Es por esto que, en abril, la directora de Fronteras y Límites -y futura agente del caso-, Ximena Fuentes, se trasladó hasta La Haya, donde Wheater participaba en un foro organizado por la misma CIJ, como el único expositor que no era abogado. Ahí se produjo el primer contacto, tras lo que Chile le envió todas las mediciones disponibles.
La respuesta de Wheater fue que necesitaba visitar el país y ver el terreno con sus ojos antes de decidir si trabajaría en el caso.
Mientras, en Santiago, el canciller Heraldo Muñoz había tomado una decisión: pese a que con los datos disponibles la demanda estaba lista para ser presentada, no se llevaría a la Corte sin el visto bueno del experto.
“Fue la decisión de Howard Wheater la que precipita la demanda por el Silala”, explica el coagente Juan Ignacio Piña. “Contamos con los mejores abogados expertos en recursos hídricos y medio ambiente a nivel internacional. A ellos se suman dos de los mejores hidrólogos y geólogos del mundo. Estamos seguros de que los argumentos jurídicos y técnicos nos respaldan”, señala el canciller Muñoz.
Abogados especialistas en aguas
Según la agente Ximena Fuentes, al mismo tiempo que se lograba el concurso de Wheater, se cerraban también las contrataciones de los abogados extranjeros que asesorarían a Chile.
Ocurrió también en abril, durante la Convención de la Sociedad Americana de Derecho Internacional (ASIL, según sus siglas en inglés), evento al que suelen concurrir los exponentes más destacados del área. Ahí, Fuentes logró convencer al estadounidense Stephen McCaffrey y a la francesa Laurence Boisson de Chazournes. Poco después, se sumó al británico Alan Boyle. Y se contactó al juez ad hoc , el alemán Bruno Simma. Todos ellos fueron elegidos con un criterio más técnico que jurídico, pues debían tener experiencia en casos de cursos de aguas internacionales o de medio ambiente.
La única excepción es la última adición al equipo, el abogado británico Samuel Wordsworth, que ha representado a Chile en el caso con Perú y ante la demanda marítima de Bolivia, quien tendrá el rol de vigilar las materias procesales y dar una visión jurídico estratégica.
A ellos se suma otro técnico extranjero, recomendado por Wheater: el geólogo británico Denis Peach. Nombres que Bolivia también sondeó, pero que a esas alturas ya no estaban disponibles.
Para este caso, se decidió que ya no era necesaria la ayuda logística del estudio Freshfields (clave en las demandas marítimas de Perú y Bolivia), pues, “Chile ya tiene la experiencia necesaria para que el Estado pueda manejar el caso”, dice Fuentes.
Las reuniones del equipo se realizan dependiendo de donde más le acomode a los integrantes. Por eso, no hay un lugar fijo y, además de Washington, se han sostenido encuentros en Santiago y en Londres.
15 asesores científicos
En Chile, todo el trabajo es supervisado y coordinado por la Unidad Silala de la Difrol. Este grupo, que se mudó recientemente a una oficina del piso 13 de Miraflores 222, es dirigido por la especialista jurídica holandesa Johanna Klein Kranenberg, junto con un grupo de tres abogados jóvenes y seis funcionarios de Difrol.
Ella, además, coordina el trabajo de los asesores científicos, que son más de 15, liderados por el hidrólogo, profesor de la UC, José Muñoz. “Tenemos arqueólogos, geomorfólogos, meteorólogos, hidrogeólogos y climapaleontólogos”, dice Fuentes, quien agrega que se está trabajando junto con la Dirección General de Aguas, Sernageomin y la colaboración del Dictuc. El equipo, además, cuenta con la asesoría del abogado especialista en litigio internacional Andrés Jana, quien tiene la experiencia de haber asesorado en los dos casos anteriores que Chile ha enfrentado ante La Haya.
También, como coagente, se desempeña la embajadora de Chile ante los Países Bajos, María Teresa Infante, quien explica que “mi labor es diplomática y de colaboración con el equipo que dirige la agente”.
Campamento en el río
Todos los integrantes del equipo, a excepción de la representante ante La Haya, han visitado al menos una vez el Silala. Y de hecho, los colaboradores científicos tienen un campamento base allá, para hacer mediciones diarias que puedan probar, en la memoria chilena, que el río es un flujo de agua binacional. Incluso, los británicos Wheater y Peach han viajado varias veces.
“Todas las disciplinas que han ido han confirmado el asunto. No hay ninguna disciplina que haya sido una voz disonante respecto de la naturaleza del curso de agua”, explica el coagente Piña. Actualmente, dice Ximena Fuentes, el equipo ya tiene los datos suficientes como para presentarlos con la memoria, pero agrega que dado que hay tiempo “estamos elaborando más”.
En este contexto, se espera que los últimos resultados estén en enero, para luego comenzar los procesos de redacción y traducción. “Queremos tener la memoria en junio, para revisarla”, dice la agente.
Ante la posibilidad de que Bolivia presente una contrademanda, como se ha dicho públicamente, en el equipo dicen estar preparados para la eventualidad.
Otro aspecto es que probablemente este caso, al ser de carácter técnico, requerirá que la Corte interrogue a los expertos contratados por cada país. “La Corte atiende ambos ángulos y para desarrollar su razonamiento, la presentación de opiniones de expertos ha jugado un papel para una mejor construcción del razonamiento jurídico”, dice Infante. Así, tanto Weather como Peach deberán estar dispuestos tanto a exponer como a recibir preguntas de los jueces y de la contraparte boliviana, trabajo que también está en preparación. Además, el equipo observa con atención las decisiones que el tribunal está tomando en otros casos, como el litigio por límites marítimos entre Costa Rica y Nicaragua, en el que, de forma inédita, decidió enviar peritos a terreno.